En nuestro sistema nervioso, existen células especializadas en regular el hambre y la saciedad. Estas células no responden a nuestra voluntad. pero si a determinados factores o estímulos. En cambio, el apetito se puede manejar por uno mismo. Veamos ahora las diferencias que son para no volver a confundirlas.
El Hambre
Para poder mantener la vida, hay que consumir combustible, y la actividad que conduce a buscar e ingerir alimentos procede de un impulso fundamental que es el hambre. Es un instinto indispensable para la conservación de la vida, que tenemos todos los seres vivientes desde que nacemos. Responde, en condiciones normales, únicamente a las necesidades del organismo. Se manifiesta como una sensación dolorosa a nivel del estomago y obedece a la falta de ingesta, generalmente prolongada, la cual desaparece cuando son ingeridos los alimentos. En general, el hambre puro con la calculadora nutricional en el ser humano se da en circunstancias extremas de falta de comida, en situaciones de pobreza, guerra, catástrofe, etc.
El Apetito
Es característico del ser humano y esta influenciado por el medio social (hábitos alimentarios, modas, tabúes, religión, prejuicios), que nos lleva a que hagamos una elección determinada de los alimentos. Es una sensación que se va adquiriendo con el tiempo y que puede ser dominada; no es dolorosa y se manifiesta cada vez que olemos, vemos o degustamos aquellos alimentos que nos resultan gratos o gratificantes para el paladar. Cuando sentimos estos estímulos, se genera en nuestra boca una mayor secreción de saliva.
.png "English"){kind=small}
